Aitana Pérez

Sobre mí

Nacida en Piedrahíta, un pequeño pueblo de la provincia de Ávila, Aitana Pérez creció rodeada de naturaleza y tradiciones, en un entorno rural que contrastaba con su temprana conexión con el arte. Desde niña, su familia fomentó su interés artístico llevándola a exposiciones, ferias y clases de arte, un camino que la llevó a convertir su vocación en profesión.

Tras completar su formación académica, estudió Bellas Artes en la Universidad de Salamanca, donde se especializó en escultura. Esta etapa le permitió desarrollar una perspectiva más amplia sobre la creación artística y explorar nuevas formas de materializar sus ideas. Durante su estancia en Salamanca, participó en diversas exposiciones colectivas, como Colectivo Escarabajo o Arte y Naturaleza, y expuso en el Museo de Arte Sacro de Piedrahíta.

Posteriormente, se trasladó a Madrid, donde amplió su formación en Publicidad y completó un Máster en Creación Artística en el Círculo de Bellas Artes, siendo parte de las primeras promociones de la Escuela SUR. Este periodo supuso un punto de inflexión en su carrera, permitiéndole consolidar su lenguaje artístico y explorar temáticas como la experiencia humana y las relaciones sociales en el contexto contemporáneo.

Durante los últimos años, ha combinado su labor artística con su trabajo en diseño gráfico y marketing, disciplinas que han influido en su obra al integrar materiales digitales en su proceso creativo. Su trayectoria expositiva incluye muestras colectivas en la Sala Juana Mordó del Círculo de Bellas Artes de Madrid, así como exposiciones individuales en diversos espacios de la Comunidad de Madrid. También ha participado en la exposición Femenino Plural en la Biblioteca Municipal de Ávila y en las Jornadas Feministas organizadas por el Ayuntamiento de Casavieja en 2022.

Aitana encuentra inspiración en el entorno que la vio crecer y en las tradiciones que poco a poco se desvanecen en una sociedad en transformación. Su trabajo refleja una profunda preocupación por las desigualdades y las tensiones humanas, explorando la identidad, la memoria y la resiliencia. Su obra, predominantemente pictórica, combina técnicas analógicas y digitales, con un estilo que se acerca al neo-pop, caracterizado por retratos vibrantes que buscan capturar la esencia de sus protagonistas.

Siempre en constante evolución, su arte se erige como un puente entre el pasado y el presente, entre lo íntimo y lo universal, narrando historias que invitan a la reflexión y al diálogo.